Este proyecto se ubicó en el contexto del conflicto sociopolítico del estado de Veracruz, donde, a partir del año 2006, se desataron una serie de acontecimientos trágicos para la sociedad civil. En ese mismo año los cárteles de Sinaloa, del Golfo, de los Zetas y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, comienzan las disputas por las plazas en Veracruz.

Este performance se realizó con el acompañamiento del Colectivo Solecito de Veracruz (brigada de búsqueda), con la comunidad sonera del puerto y con el público en general para reflexionar desde la escucha empática con el objetivo de concientizar sobre la lucha social que emprende cientos de madres y padres de familia ante el conflicto de la desaparición.